Mark Twain tardó trece años en escribir 44, su novela sobre lo maléfico, la dejó terminada pero inédita cuando murió en 1910. Su albacea y su hija hicieron en 1916 una edición póstuma (titulada El forastero misterioso), en la cual suprimieron una cuarta parte del original y adjudicaron todas las maldades del villano (un cura) a un burdo personaje satánico inventado por ellos mismos. Esta edición rescata, un siglo después, el texto original y muestra a Twain en su máximo esplendor. Leerlo es ponerse en sus zapatos: uno puede deslizarse gozoso por su superficie como si patinara sobre hielo y al mismo tiempo ver con escalofríos los monstruos que yacen debajo de esa capa de hielo. "Recuerdo la lista de espera que había en la biblioteca para leerlo cuando recién entraba en la universidad y apareció la edición restaurada de 44. Telepatía, viajes en el tiempo, una imprenta clandestina en un castillo abandonado y la voz narradora de un adolescente que sonaba como el mejor Mark Twain¿ Era el libro perfecto". LORIN STEIN "Toda la literatura norteamericana viene de los bolsillos del chaleco blanco de Mark Twain". WILLIAM FAULKNER