Félix Luna ocupa un lugar tan singular como esencial para quienes nos dedicamos al conocimiento y la difusión de la historia. Escribió varios libros notables, entre los que he elegido dos que, a mi juicio, son sobresalientes: El 45 y Ortiz. Impulsó, además, una obra fundamental, Todo es Historia, significativa para atraer nuevos lectores y alentar a nuevos investigadores, que disfrutaron de la oportunidad de codearse en esta publicación mensual con los historiadores más destacados del momento. Este delicioso libro, publicado por primera vez en 1993, es la versión ligeramente editada de las dieciséis conferencias de un curso que Luna acababa de dictar, y las huellas de la oralidad son parte de su atractivo. Muestra dos de sus facetas singulares. La primera es la capacidad de crear una síntesis inteligente de cuatro siglos de historia argentina, tarea extremadamente difícil para el historiador especializado. La segunda es la habilidad para presentar el resultado de una manera que atraiga y cautive a sus lectores'.