Yanira trabaja de cantante en un hotel de Tenerife. Está soltera y vive rodeada de su familia. Su vida es plácida y en cierto modo acomodada. Pero a Yanira le gusta experimentar cosas nuevas, y decide adentrarse en el mundo de los intercambios de pareja. En uno de los bares que frecuenta, conoce a un italiano que le enseñará que el sexo va mucho más allá de lo que ella conocía hasta ese momento. Un año más tarde se traslada a Barcelona y comienza a trabajar de camarera en un crucero de vacaciones llamado Espíritu Libre. En el barco también está Dylan, un atractivo empleado de la sección de mantenimiento que