Su fuerza, que la convierte en la Annie Ernaux sudamericana, consiste en no psicologizar, en no subrayar nada». Andrea Marcolongo, La Stampa Parir y abortar en la clandestinidad, autos cazando a chicos como moscas, delatores por todas partes, personas abandonadas a la buena de Dios, prostitución, militancia, locura e instituciones psiquiátricas atraviesan esta novela de María Teresa Andruetto. También la libertad y su pérdida, la búsqueda persistente de un padre, la dictadura, el insilio, la construcción de identidad y un linaje de mujeres unidas por las violencias de su tiempo. Y vuelve Aldao, territorio ficcional presente en sus otras novelas, convertido aquí en caleidoscopio que, como el óleo de un paisaje de llanura, irradia historias con su sol de fuego. La memoria es un carretel que empieza a rodar y se me escapa de las manos y de la voluntad, porque una cosa lleva a la otra, como un río de montaña que serpentea, pega saltos y salpica aquí y allá sin que podamos detenerlo".