"Durante muchos siglos los habitantes del planeta se dedicaron a crear monstruos de todos los tamaños y colores. Cada pueblo tuvo los suyos. Algunos fueron muy feos, como los dragones, y otros muy lindos, como las sirenas. Los hubo parecidos a los animales que conocían, pero mucho más grandes: mosquitos gigantes, serpientes gigantes, peces del tamaño de cien ballenas. En otros se mezclaron partes de distintas especies y así nació, por ejemplo, el grifo, con cabeza de águila y cuerpo de león. Hubo seres capaces de despistar a sus perseguidores porque tenían los pies al revés". Estos minicuentos de Ana María Shua son un despliegue de alimañas a veces conocidas y a veces no. Son historias de monstruos con los que convivimos en el mundo casi real de la literatura.