La presente colección de cuentos nos pone en contacto con un nuevo rostro del narrador argentino, ya que si al ahondar en gran parte de sus novelas y una buena porción de sus cuentos nos encontramos con una serie de rasgos que permiten considerarlo un narrador posmoderno, aquí nos enfrentamos con una concepción diferente de la escritura y de la función del escritor. Lo que se mantiene idéntico es la experiencia de placer puro y primordial que nos produce su lectura, tanto por su arte depurado a la hora de dosificar los datos y su seguro manejo de los vividos personajes y las situaciones ingeniosas que crea, como por su deslumbrante dominio del lenguaje. Así, consigue que nos sumerjamos en su total entrega y sigamos con atención maravillada los hilos de la acción que delimitan su orbe literario, logro feliz que obtienen muy pocos autores argentinos contemporáneos.