"Sísifo es la figura de un mito griego. Fue condenado por los dioses a empujar una roca montaña arriba que al llegar cerca de la cima volvía a rodar hacia abajo, con lo que Sísifo tenía que volver a iniciar sus esfuerzos. La primera parte del libro aborda esta perspectiva tal como se postula en Un curso de milagros, resumida en la idea de que nunca podemos ser verdaderamente felices en este mundo porque no es nuestro hogar. La segunda parte describe la transición de la futilidad a la felicidad en el contexto de la enseñanza del Curso de que hay otra manera de contemplar nuestro destino, y refleja un importante ensayo de Albert Camus en torno a Sísifo, que concluye afirmando: «Hay que imaginarse a Sísifo dichoso». Mediante un cambio de decisión en la mente, propiciado al cambiar nuestro maestro interno, nuestras vidas de futilidad se transforman en oportunidades de deshacer el sistema de pensamiento del ego. Una existencia sin propósito se transforma en una escuela significativa que acaba conduciéndonos al Cielo, del que en realidad nunca hemos salido".