En el invierno de 1996, y por encargo del Institut de Cultura de Barcelona, el periodista Arcadi Espada (Barcelona, 1957) reunió a una serie de escritores con el propósito de que evocaran un dÃa de su vida en Barcelona. No podÃa ser un dÃa cualquiera: debÃa ser un dÃa de la posguerra franquista y debÃa tener una importancia decisiva en la poética o en la carrera profesional de cada uno de los escritores. El objetivo era simple: cruzar la memoria personal y la memoria colectiva para trazar un conciso, pero vÃvido, retrato de época. Una época que, desde el punto de vista de su reconstrucción moral y literaria, presenta graves anomalÃas: los vencedores nunca tuvieron interés en dar cuenta de los detalles, con frecuencia vergonzosos, de la sociedad que construyeron y los vencidos estuvieron siempre más tentados a la apologÃa de la resistencia que a la descripción y comprensión de la realidad del franquismo. El dietario que construyen las voces de José Luis de Vilallonga (El dÃa que entré en Barcelona), Juan Marsé (El dÃa que mataron a Carmen Broto), Llorenç Gomis (El dÃa que Galinsoga entró en la iglesia), Ramón Serrano (La primera noche que entré al Jamboree), Teresa Pà mies (La madrugada en que me detuvieron), Eduardo Mendoza (El dÃa que hice las maletas), Ana MarÃa Matute (La noche de «Primera memoria») y Mario Vargas Llosa (El dÃa que me instalé en Sarrià ) rescata de forma brillantÃsima aquella vida robada.