Los cuentos de terror suelen tener dos protagonistas: uno que es víctima y testigo, y otro que encarna el mal. El "mal" puede ser un muerto que regresa a la vida, un fantasma capaz de apoderarse de la mente de un pobre mortal, un ser del inframundo que trata de ocupar un cuerpo ajeno, un hechicero con poderes diabólicos, una fatal profecía que se cumple contra toda lógica...