«Che, es un infarto, dije, y Julieta salió corriendo a buscar ayuda. Entonces, justo ahí, en ese momento del domingo, me quedé solo con la mano en el pecho. Y eso lo cambió todo, fue una especie de frontera. De repente me convertí en mi padre en su sillón, después del tenis. En mi abuelo en su noche final de la clínica. En un mendigo que eterniza su apnea abajo de un puente. Fui todos los hombres muertos que no tuvieron gente al lado». Los treinta y seis relatos que componen este libro fueron escritos antes, durante y después de un infarto agudo de miocardio que el autor sufrió en Montevideo a finales de 2015. Por esta razón los textos son irregulares y no guardan más relación entre ellos que haber sido redactados al borde de la muerte. El mejor infarto de mi vida es el quinto libro de cuentos de Hernán Casciari, escrito con los borradores a la vista del lector.