Con este extraordinario libro, Peter Brown acuñó para la posteridad el concepto de Antigüedad tardía, indispensable para entender la historia europea, al arrojar una mirada nueva sobre los cambios culturales, religiosos y sociales entre el 200 y el 700 d. C. Su visión, rica, colorida y alejada de la tan reiterada idea del declive y caída del imperio, muestra hasta qué punto este periodo crucial marcó la evolución divergente de Occidente y Oriente Próximo. Todavía vivimos los resultados de este profundo contraste.