Una tarde, en 2008, Eduardo "Coco" Oderigo visitó un penal de máxima seguridad. Le impresionó la absoluta dejadez de un sistema que se veía obsoleto. Pero regresó con una pelota de rugby y la decisión de entrenar a los presos. Quería que el deporte los ayudara a cambiar. Fue el primer paso para la creación de Espartanos, un equipo y un programa que se replican en todo el país y en otros lugares del mundo. Consolidado como un plan integral de reinserción social, logra bajar radicalmente los índices de reincidencia. Narrado a través de conmovedoras historias de vida y de testimonios de sus responsables, este es el relato más completo sobre Espartanos que se haya hecho hasta hoy.