«La investigacin presentada aqu es una tentativa de descubrir las significaciones, los valores, los imaginarios asociados al rostro, una manera de responder a la fascinacin que l ejerce, no para desflorar el secreto, sino para acercarnos ms, caminar en su cercana para descubrir cunto de l se esconde. El rostro ofrecido al mundo es un compromiso entre las orientaciones colectivas y la manera personal en que cada actor se acomoda. Las mmicas y las emociones que lo atraviesan, las puestas en escena de su apariencia (peinado, maquillaje, etc.), son muestra de un simbolismo social en el seno del cual, el actor puede mantener su estilo particular. El rostro tambin es el lugar del otro, l nace en el corazn del lazo social, ya en el cara a cara original del nio con su madre (el primer rostro), y se contina en innumerables contactos que hacen y deshacen la vida cotidiana. Uno de los caracteres de la violencia simblica puesta en accin por el racista consiste en la negacin del rostro del otro. El odio hacia el otro lleva a su desfiguracin; la dignidad del rostro le es negada. El encarnizamiento contra el rostro no puede nada contra l, cuando puede mirarse de frente. El rostro es el lugar ms humano de la persona. El lugar, tal vez, donde nace el sentimiento de lo sagrado.