Los Hematoi nacen de la unión entre mortales y dioses. Los puros; hijos de dos Hematoi; poseen poderes divinos. Pero los mestizos; fruto de la unión entre Hematoi y humanos; no corren la misma suerte. Solo tienen dos opciones: ser entrenados como Centinelas para cazar y matar daimons o convertirse en criados al servicio de los puros. Alexandria es mestiza y preferiría arriesgar su vida luchando que desperdiciarla limpiando inodoros; aunque; de todos modos; puede terminar viviendo como los pobres. Hay varias reglas que los estudiantes del Covenant; la academia donde se entrena a los Centinelas; deben seguir. Alex tiene serios problemas con todas ellas; especialmente con la más importante: las relaciones entre puros y mestizos están prohibidas. Desafortunadamente; ella está enamorada de Aiden; un apuesto sangre pura. Pero ese no es su mayor problema: mantenerse con vida el tiempo suficiente para graduarse en el Covenant y convertirse en Centinela sí lo es. Si no cumple con su deber; se enfrenta a un futuro peor que la muerte o la esclavitud: convertirse en un daimon y ser perseguida por Aiden. Y eso sería horrible.