Mi planta de naranja-lima relata la historia de un niño que un día, de pronto, descubre el dolor y se hace adulto precozmente. Las ensoñaciones, la picardía, el sufrimiento y la ternura del protagonista atraerán al lector desde las primeras páginas. Es un retrato del Brasil de la pobreza más absoluta, pero, también, una novela llena de poesía. Como todas las obras de Vasconcelos, perdura en el tiempo porque su historia y sus personajes tocan el alma y constituye una lectura entretenida y apasionante que, al mismo tiempo, enseña valores.