«Soy alcohólico, soy drogadicto, soy homosexual, soy un genio», confiesa Truman Capote en Música para camaleones, su último gran libro. En 1980, cuatro años antes de su muerte, reunió textos sueltos en esta magistral obra que combina los escritos más diversos, desde entrevistas y ensayos hasta cuentos y relatos de no ficción. En «Un día de trabajo», acompaña a Mary Sánchez, empleada doméstica que trabaja por horas en su casa y en muchas otras. En «Una hermosa niña» se encuentra â??antes de asistir juntos a un funeralâ?? con una chica menos anónima: su amiga Marilyn Monroe. «Féretros tallados a mano», por su parte, evoca la intensidad de A sangre fría. Ya sea la narración de una anciana que vive en lo profundo del bosque o las declaraciones de un convicto, Capote recrea mundos cerrados, autónomos, de cotidiana y perversa perfección. El talentosísimo escritor extiende los colores de su paleta y compone verdaderas piezas musicales que permiten descubrir su lado más íntimo.