Muchos recuerdan cuando Rolanda y Bernar recorrían fiestas y calles de Córdoba. Poblaban la noche, subían a los autos. Ella, uno menor que su hermano, tenía alrededor de 20 años. Asustaba su vehemencia.Reedición de la primera novela de Reyna Carranza, con la que inició su carrera y ya puede considerarse un clásico de la literatura cordobesa.