Para castigar a Apolo, el dios del trueno decide mandarlo a la Tierra bajo la apariencia de Lester, un adolescente granujiento y sin poderes, claro. Ahora, el único modo que Apolo tiene de regresar al monte Olimpo es devolviendo la luz a las profecías de los oráculos que se han o curecido. Pero ¿qué podrá hacer un Apolo desprovisto de poderes? Tras superar una serie de pruebas peligrosísimas (y, para qué engañarnos, bastante humillantes) en el Campamento Mestizo, se embarcará en un viaje a través de Estados Unidos para conseguir localizar todos los oráculos. Por suerte, todo lo que ha perdido en poderes lo ha ganado en amistades, así que no va a tener que arreglárselas solo.