Una chica que trabaja como camarera en Los Ãngeles conoce a un concursante de un reality televisivo e inicia con él una relación que su hermana vigila por Skype desde la distancia; un abuelo se preocupa por su nieta en los tumultuosos años setenta, en los que la gente se marcha o desaparece; un hijo observa a su madre ya mayor, que ronca frente al televisor, y piensa en el futuro; un niño que ha perdido dos dedos por el ataque de unas pirañas se pelea con su hermana; dos hermanas afrontan la muerte de la tercera; una paciente establece una peculiar relación con su médico en la que los papeles acaban invirtiéndose; dos niños juegan con la sirvienta en la oscuridad; la relación de una criada con su señora cambia después de que esta última se intente suicidar; un padre viudo mantiene una complicada convivencia con su hija; una mujer se reencuentra con una pareja amiga que llevaba años buscando sin éxito tener hijos y descubre que por fin lo han conseguido, aunque de un modo muy peculiar. Diez relatos sobre la institución familiar, los deseos soterrados, el odio y el miedo, los impulsos innombrables, la violencia larvada, la amenaza latente. Diez relatos en los que lo inquietante se infiltra de un modo casi imperceptible en lo cotidiano. Pero, más allá de las historias que se cuentan, destaca el modo en que la autora, con un pulso impecable y contenido, indaga sin contemplaciones ni medias tintas en las tensiones familiares, las relaciones de clase, la infancia... Este libro sutil, matizado, deslumbrante confirma que Vera Giaconi es un nombre a retener, y mucho más que una promesa. «La frase de Vera Giaconi, nÃtida, sustantiva y tajante, compone personajes y escenarios en el mismo curso y cuando ha vuelto la situación palpaple deja que su propia tensión la resquebraje. Giaconi no esconde su trato con una corriente de narradoras anglosajonas que desde hace muchas décadas viene poniendo el realismo en ascuas; que se remonta a Flannery O'Connor y Eudora Welty, pero también a Katherine Mansfield, y hoy sigue siendo pródiga» (Marcelo Cohen). «Sus personajes, historias y situaciones no buscan ser creÃbles, sino algo mucho más difÃcil: sinceridad» (Hugo Salas, Los Inrockuptibles). «Las puestas en escena lentas, los diálogos que evolucionan en espiral, las dosis de humor componen una coreografÃa textual controlada y exasperante. Los cuentos producen el efecto de una lectura bajo anestesia, sin duda una de las vÃas reclamadas para soportar el dolor, la enfermedad, el miedo a los otros y ese infierno, para algunos, llamado familia» (Daniel Gigena, La Nación). «Giaconi tiene la gran capacidad de nombrar lo innombrable, de poner en evidencia lo impalpable, de extenuar los lÃmites, administrando el relato con una cuidadosa economÃa de las palabras» (Virginia Cosin, Ñ). «Con maestrÃa, con inteligencia, sin mimos literarios, sin veleidades. La autora está dispuesta a dejar al lector sin aliento, estupefacto, preguntando» (Tiempo Argentino).