Cada texto aparece protagonizado por algún ser bestializado, animalizado o deshumanizado que funcionan como metáforas de la terrible realidad que vive el sujeto cuando está acosado por la incomprensión de sus semejantes. La sinrazón, las extrañas metamorfosis, el sentimiento de desesperación y soledad, la angustia frente a la inexistencia de una salida verdadera, la profunda convicción de que todo es cíclico y repetitivo son recreados en distitnas historias en las que los protagonistas parecen moscas atrapadas en la gigantesca telaraña de su existencia.