Cautelosa y conservadora, Molly Driscoll sigue trabajando en el mismo hospital en el que completó su formación como enfermera hace más de una década. Cuando a su ex marido, Jason, le diagnostican un cáncer, Molly le propone un trato: si él acepta someterse a una quimioterapia, ella hará un cambio radical en su propia vida. Él acepta, y Molly abandona el trabajo, cambia su coche por una motocicleta Harley Davidson y se convierte en "enfermera itinerante".