Tomi quiere que le lean un cuento. Los cuentos siempre son mágicos, pero a veces nadie tiene tiempo para contarlos. Entonces los cuentos cobran vida propia y suceden muchas otras historias: fideos que se recortan para un almuerzo, cucarachas que se suman al festín, sombras que rugen, sonidos, onomatopeyas e interjecciones que invitan al lector a completar sentidos... Los niños no dejan nunca de imaginar y jugar, aunque todos a su alrededor miren para otro lado. Tomi se encargará de que los cuentos sigan el curso natural de vida en la infancia.