En la India de mediados del siglo XIX, en pleno dominio británico, un joven dibujante nativo llamado Tarak descubre por casualidad el arte de la fotografía a través del inglés David Douglas, que se dirige a la ciudad de Shimla para abrir uno de los primeros estudios fotográficos del país asiático. Maravillado con las posibilidades expresivas de la nueva profesión, Tarak encuentra en la práctica del retrato la clave de su pensamiento espiritual. Esa visión mística lo acompañará en su viaje a Europa, adonde se traslada impulsado por su amigo Douglas. Entretanto, éste desaparece en la montaña de Kamet, en pleno Himalaya, persiguiendo el sueño de fotografiar el lugar en el que nace el Ganges. Antes de regresar a la India, Tarak debe cumplir con un encargo: retratar a Alexandra de Dinamarca, futura reina consorte de Inglaterra cuando muera Victoria. Durante la sesión fotográfica, el protagonista cree captar el alma de la mujer universal. Ese retrato se transformará para él en un objeto mítico, que terminará condicionando su destino. Daniel Isaacs ha escrito una novela evocativa y atrapante que narra una particular historia de encuentro y fascinación, al mismo tiempo que recrea los orígenes de la fotografía en el período victoriano y el ambiente de los grandes estudios de Londres y París.