Los cuentos reunidos en Una felicidad repulsiva son a la vez atrayentes y perturbadores, atemorizantes e irresistibles. Tensados por una variante propia y sutil del suspense, se deslizan por leves pendientes de una armonía familiar perfecta al descubrimiento más macabro, o pueden encontrar derivaciones dramáticas insospechadas de la fricción entre ciencia y religión, o debatirse entre el sexo y la muerte, esos “reinos de la posición horizontal”.