Una mujer alta con pijama de seda color rojo estaba junto al gramófono. Se dio media vuelta cuando entré y con una brillante sonrisa dijo: --Buen día. Hablaba inglés con acento ruso. Era delgada y elástica, con pechos en punta y nalgas bien definidas. El pijama de seda rojo revelaba todo esto bastante bien. Sus ojos oscuros sobresalían luminosamente a ambos lados de una nariz aquilina. El rostro tenía pómulos pronunciados y terminaba en un mentón puntiagudo sobre el cual la boca estaba pintada con una doble curva de lápiz labial carmesí. Junto con su feroz e intensa mirada, la boca, fija en una resplandeciente sonrisa, le otorgaba la expresión de un ave de rapiña. El cabello oscuro mostraba un mechón teñido de rubio. Dijo: --Puesto que nuestro anfitrión está ausente, debemos presentarnos nosotros mismos. Soy madame Mollinov. Julian Maclaren-Ross (1912-1964), héroe oculto de la literatura inglesa, fue novelista, cuentista, guionista de cine y de documentales para la BBC, conscripto durante la Segunda Guerra Mundial, vendedor de aspiradoras a domicilio (tema central de su novela De amor y hambre) y, sobre todo, el más celebrado dandy del Soho de los años 40 y 50. Vivió en el mismo mundo que sus personajes: hoteles y estaciones de tren, pubs llenos de humo, deudas, calles oscuras, prisión, paranoia, amores correspondidos aunque imposibles. Anthony Powell lo inmortalizó en sus novelas como el escritor X. Trapnel, y Paul Willetts escribió una magnífica biografía Fear and Loathing in Fitzrovia. La adicción de Maclaren-Ross al alcohol y a las anfetaminas llevó a su biógrafo a afirmar: "Era un mediocre guardián de su inmenso talento". Parodió a la perfección a escritores como William Faulkner, Raymond Chandler, P. G. Wodehouse y Patrick Hamilton, a sabiendas de que nadie iba a poder tomarse revancha: su estilo era inimitable.