Antonio Dal Masetto, uno de los mayores escritores argentinos, muere en 2015. Poco después, Guillermo Saccomanno compone un relato que se lee como réquiem. El amigo recupera la infancia de Antonio en el Piamonte, la Segunda Guerra, el nazismo y la resistencia en la región de Pavese. Más tarde, el desarraigo, un pueblo del campo argentino y la juventud, la iniciación con su primera novela, reflejando la Patagonia y la ciudad, territorios a conquistar. Los bares del Bajo, el periodismo y las mujeres, la paternidad y la culpa, las pérdidas inesperadas de Briante y Soriano. Aún cuando recibe la consagración literaria, Antonio se mantiene apartado, solitario. Su obra se cifra en una idea luminosa: un libro debe ser como un nogal. Mientras afina un modo de narrar, lucha con los riesgos del alcohol. En su último año, le envía a Saccomanno los capítulos de la que será su novela póstuma, que terminará días antes de morir. En el duelo, Saccomanno rastrea su memoria y detecta los momentos claves de una relación signada por los libros que componen un estilo. Como arte poética, Antonio es un texto único, que rescata a Dal Masetto en el oficio de vivir y lo trae al presente. Testimonio de la amistad profunda de dos escritores de generaciones diferentes con una lengua común.