"Todo era tan insólito que seguro era cierto», reza uno de los epígrafes que abre Argentina bizarra. La frase es de Ricardo Piglia y define el libro escrito por Matías Bauso para dar sentido a las palabras que se combinan en el título.Porque este país es exactamente así: insólito, extravagante, magnético, aterrador, adictivo, apegado siempre a la premisa del «te amo, te odio, dame más» de Charly García. «Argentina parece el reino de la paradoja, muchas veces lo que sucede va en contra de la lógica. Y es también la tierra de la hipérbole, de lo exagerado, de lo fuera de dimensión», explica el autor. Para demostrarlo, ahí están las historias que escribió con celo, gracia y una pizca de malicia.Tesoros perdidos, nazis encontrados, presidente fallidos (y fallados), timadores de escasa moral y alta picardía, sobrevivientes del Titanic, nubes de Úbeda, domicilios en médanos, héroes de verdad y de mentira, y otras delicias del ser nacional. Todos ellos forman parte de la explicación tragicómica de por qué somos lo que somos en este notable inventario de la historia no oficial argentina.