El siglo XIX argentino es pródigo en personajes polifacéticos. Alberdi y Sarmiento son una prueba eminente de ello. Sin embargo, el ejempló mayor es Bartolomé Mitre: poeta y traductor de La divina comedia; historiador, militar, presidente y fundador del diario La Nación. Y aún esta enumeración, de por si sorprendente, no alcanza para calibrar la importancia de su figura. Por una muy sencilla razón: la formación de la Argentina moderna es indisociable de su accionar y su figura. La memoria nacional le debe otro tanto: sus historias de Belgrano y San Martín son la mejor muestra. En esta biografía excepcional, Eduardo Míguez analiza la figura política de Mitre. Su rol en la organización nacional, su ideario liberal, su infatigable pasión intelectual para darle al país una identidad y una dirección, su labor partidaria, su presidencia, y sobre todo, el lugar central que ocupó durante más de cinco décadas. En la segunda mitad del siglo XIX, cuando se revisa la época, siempre está presente, en un lugar relevante. En la cúspide del poder o aparentemente al margen de él, Bartolomé Mitre es un punto nodal de su tiempo y de su futuro. Evitando los fanatismos de los detractores acérrimos y la defensa irrestricta de sus seguidores, este libro es un retrato agudo y equilibrado de un personaje esencial y singular. Y es también un excelente fresco histórico de la Argentina que ayudó a construir de manera decisiva.