El día que Arys cumplió dieciocho años recibió una extraña carta. Le llegó desde Atenas envuelta en papel de estraza con el apremio de que debía leerla de inmediato. Escrita en circunstancias excepcionales, en ella su tía evoca el último viaje que hicieron juntas por el sur de Europa y le confía un secreto que llevaba eones guardándose: que los antiguos mitos esconden la clave para comprender el origen de la vida, las enfermedades e incluso nuestro futuro. Estamos ante una fábula lúcida, deslumbrante, que expandirá nuestro punto de vista sobre cuestiones que están llamadas a alterar el equilibro de nuestra civilización.