A lo largo del siglo XX, intelectuales y escritores muy diversos han intentado dar con las claves de la cultura argentina, esos nudos problemáticos que permitirían explicar nuestros logros y nuestros fracasos sociales y políticos. ¿Era la concentración de la tierra en pocas manos el principal obstáculo para el desarrollo? ¿Era la asimetría entre Buenos Aires y el interior? ¿La resistencia de las élites ante el desorden de una inmigración caudalosa que reclamaba ciudadanía plena? ¿Una tendencia a conceder poder a caudillos personalistas? ¿O las pretensiones del "medio pelo argentino" y sus prejuicios respecto de los sectores populares?