Los comienzos de los años sesenta marcaron el inicio de un ciclo ideológico: el que identificaba el peronismo con la esperanza de la revolución social en la Argentina. ¿Qué distinguió a esa izquierda peronista de la otra izquierda, igualmente radical, convencida de que el socialismo y el nacionalismo debían unir sus fuerzas, pero que tomaba como modelo a Cuba? Acaso su fe en la potencia subversiva de las masas peronistas y su jefe. La historia, y el propio Perón, habrían de objetar duramente esa creencia: tras su retorno al país en 1973, el líder desautorizaría al flanco izquierdo de su partido y terminaría rompiendo con él. Lo que siguió fue una secuencia de luchas armadas, fracasos, frustraciones y cambios no siempre consensuados, y, a partir de 2002, el resurgimiento de ese ideario, bajo nuevas formas de seducción asociadas a la memoria del peronismo que no fue. En este libro, Carlos Altamirano recorre las disputas por la interpretación del hecho peronista: así, revisa la postura adoptada por el marxismo tradicional argentino durante las dos primeras presidencias de Perón (1946 a 1955), la lucha por la definición de una actitud intelectual legítima respecto del peronismo y de la Revolución Libertadora (algo de lo cual quedaría registrado en el duelo polémico entre Borges y Sabato), el rol de la pequeña burguesía, la denodada búsqueda de un ¿peronismo verdadero¿, el Cordobazo y los acontecimientos posteriores, los montoneros. En virtud de una argumentación cuidada y ágil, que sigue el pulso de las ideas y de los hombres que las sostuvieron, esta edición de Peronismo y cultura de izquierda (que incorpora dos nuevos capítulos) ofrece claves para pensar un nudo de la historia política argentina que engendró y aún engendra fervores encontrados.