Una lluvia de arena cae de arriba abajo y de abajo arriba en Marte y en la Tierra, se acrecienta y va generando molestias en ambos planetas. Así los habitantes de los dos mundos comienzan a intercambiar reclamos corteses, hasta concluir en una manifiesta declaración de guerra. Antes de que esta se desate, y se acreciente el desencuentro, los chicos marcianos y terrícolas se reúnen en el Asteroide 22, donde hacen un pacto de honor: no volverán a tirar en cualquier parte la arena reunida en el fondo de sus zapatillas. Con maestría, la autora nos presenta ambos mundos en los que se esconde el germen de la sorpresa sin pausa.