Esta es la historia de tres generaciones, las de la abuela, la madre y el hijo. Es una historia que recorre buena parte del siglo XX y los acontecimientos históricos que lo marcaron y que se desarrolla en varios países. Pero tiene una peculiaridad: sus tres protagonistas son osos polares, osos con raciocinio y sentimientos propios de los humanos, que actúan en circos o viven en zoos, pero que también escriben sus memorias. Y es que lo que Yoko Tawada ha hecho en este libro delicioso, bellísimo y fascinante es poner al día las fábulas de Esopo o Lafontaine. La novela arranca con la abuela, nacida en la Unión Soviética, que trabaja en un circo, escribe unas memorias que se convierten en best seller y se exilia en Canadá. Su hija Tosca, bailarina, se instala en la Alemania del Este en la época del muro de Berlín, se dedica también al circo y mantiene una estrecha relación con su entrenadora Barbara, emocionalmente frágil. El hijo de Tosca, Knut, nace en el zoo de Berlín, está muy unido a su cuidador, Matthias, y se convierte en una estrella, aunque no todo es tan maravilloso como parece... Y un dato interesante: tanto el personaje de Knut como el de su madre están basados en osos reales; el cachorro Knut se convirtió en la sensación del zoo de Berlín e incluso fue fotografiado por Annie Leibovitz para una portada de Vanity Fair. El lector tiene en sus manos un libro singular, sorprendente y rebosante de gran literatura. Un libro protagonizado por osos que nos habla de cómo somos los seres humanos y de los avatares de nuestra historia reciente, de cómo nos comunicamos, cómo sentimos, cómo nos relacionamos con nuestro entorno, y también de nuestros anhelos y pesares.