En varios de los relatos que conforman los tres últimos libros de cuentos de Bioy Casares reunidos en este volumen -Historias desaforadas (1986), Una muñeca rusa (1991) y Una magia modesta (1997)-, además de la idea del viaje y el desplazamiento, es muy nítida la sensación de alerta, una especie de cuenta regresiva. Ese límite muy parecido al desasosiego lo encarna una insistente enfermedad en el célebre "Máscaras venecianas", mientras que en "Irse" lo que urge es el plazo para entregar una nota acerca de la desaparición de Correas; y, en "Una muñeca rusa", la necesidad del Pollo Maceira de hacer durar su dinero antes de casarse finalmente con Chantal, la mujer millonaria que casi por azar se enamoró de él, pero no paga ninguna cuenta.