Una presidenta tiene un problema de salud. Los médicos son parcos y escamotean la información. No es algo grave, pero le recomiendan que, por un mes, permanezca ajena a todo lo que sucede fuera de la habitación; le prohíben que reciba noticias. Encerrada, ella reflexiona. No puede parar de pensar. Está enojada, frágil, sola. Mientras tanto, en el país comienzan a suceder una serie de hechos muy extraños. Una mujer única se inscribe en la tradición de la novela política argentina. Ambientada en la década ganada, incluye a un vicepresidente en apuros, a un consejero que no se priva de nada y a una corte de conspiradores, advenedizos, "garompas" y obsecuentes. Ernesto Tenembaum, uno de los periodistas más prestigiosos del país, desembarca en el terreno de la ficción y demuestra un registro excepcional para recrear con enorme sutileza las voces y los ámbitos que inspiran su narración. "En un momento, sentí que las armas tradicionales del periodismo no alcanzaban para contar los aspectos más emotivos, graciosos y místicos de los tiempos que vivimos", dice. Una mujer única es una historia de amor y también un thriller erótico, una comedia de enredos por momentos desopilante y una manera completamente original de contar una época.