"Hay libros que son siempre contemporáneos. Están adelante de las convenciones literarias establecidas y son siempre nuevos, no porque busquen la novedad, sino porque nos asombra su capacidad premonitoria. Vudú urbano es uno de esos libros. Escrito con un lenguaje a la vez lírico y conceptual, el montaje es su procedimiento básico. Los cortes, las interrupciones, los contrastes producen un efecto de inminencia, como si el libro fuera al mismo tiempo breve e interminable.