ConfÃo en que hayas estado debidamente ocupado desde la última vez que nos vimos. Mi tÃo Albert, desempleado de profesión, solÃa decirme que las manos ociosas conducen a la travesura. Asà pues, por mi parte, he dedicado este Ãnterin a preparar una nueva colección con la que deleitar a los lectores. [...] Por tanto, si asà lo deseas, asegúrate de haber cerrado bien la puerta, dale otra vuelta a la llave por si acaso y pasa la página para empezar a leer.