odo comenzó la tarde del 4 de julio de 1862, cuando el profesor Charles Lutwidge Dogson (Lewis Carroll), llevó a pasear por el río Támesis, desde Oxford hasta Goldstow, a las tres hermanitas Lorina, Alicia y Edith Liddell. â?oTomamos el té en la orilla y regresamos al Christ Church pasadas las ocho y cuarto de la noche. En esa ocasión les conté las aventuras subterráneas de Aliciaâ??, relató Carroll en su diario. Al bajar del bote, la niña le pidió que escribiera para ella ese cuento que acababa de improvisar y que le había impresionado mucho. Ocho meses más tarde estaba terminando el manuscrito que se convertiría en una de las obras más célebres de la literatura universal. Alicia en el país de las maravillas ha sido analizada abundante y sesudamente desde diversas perspectivas. Mucho se ha escrito acerca de su autor, de los simbolismos de la obra, de la lógica de sus sofismas, incluso de las motivaciones psicoanalíticas ocultas en el texto. El hecho es que la â?oLiebre de Marzoâ??, el â?oSombrerero Locoâ?? y la â?oReina de Corazonesâ?? siguen deleitando a niños y adultos a más de un siglo de haber sido creados.