La reina Juana de Castilla es el personaje más carismático de un período crucial de la historia de España. Hermosa, inteligente, segura y poderosa, se rebeló y luchó sin descanso contra la represión y los abusos. En 1509, con veintinueve años, fue declarada loca y encerrada en Tordesillas, donde permaneció hasta su muerte en 1555. Cuatro siglos más tarde, a través de Lucía, una joven de asombroso parecido con la antigua reina, un historiador busca resolver el enigma de quien fuera más conocida como Juana la Loca.