La escritura de Juan José Saer ha sido reconocida por la crítica especializada como una de las más valiosas y renovadoras en el ámbito de la lengua española contemporánea. Para Saer, narrar, antes que nada, es delimitar un espacio y una voz. Con este libro vuelve al lugar donde sitúa su mundo narrativo: el litoral. En El río sin orillas, la historia y la cultura, el pasado y el presente se funden en la ajustada y vigorosa escritura de Saer, que organiza los hechos con un orden propio, que no es el del reportaje ni el del tratado ni el de la autobiografía, sino el que parece más cercano a sus afectos e inclinaciones artísticas: un híbrido sin género definido del que existe una rica tradición en la literatura argentina. El "personaje" central del libro es el Río de la Plata y sus "provincias linderas", y podemos agregar que en él no hay un solo hecho voluntariamente ficticio. Todo lo que se cuenta -entresacado de libros, de referencias orales y de experiencias personales- ha efectivamente acontecido, según las pobres reglas de que disponemos para determinar el suceder verídico de un acontecimiento.