Premio Nobel de Literatura en 1968, Yasunari Kawabata, es ampliamente conocido en Hispanoamérica por sus novelas incisivas, maravillosamente líricas y profundas. Pero según él mismo, la esencia de su arte debe ser buscada en la serie de historias cortas -a las que llamó 'historias en la palma de la mano'- escrita a lo largo de su vida. Comenzó a experimentar con las formas breves en 1923 y retornó a ellas cada tanto. De hecho, el último de sus trabajos fue una reducción a la medida de la palma de la mano de una de sus obras mayores, País de nieve, escrita poco antes de su suicidio en 1972. Como soñadas, intensamente atmosféricas, por momentos autobiográficas y otras veces fantásticas, estas historias reflejan el concentrado interés del autor japonés por la miniatura, el fragmento de argumentos reducidos a lo esencial y la escritura relámpago. En Historias en la palma de la mano conviven la soledad, el amor, el paso del tiempo, los rituales y la muerte. Este conjunto de relatos captura el rango inigualable y la complejidad de uno de los más grandes talentos literarios del siglo XX.