Todo comienza con una búsqueda. O varias búsquedas mejor dicho. Una de ellas: un dinosaurio, nada menos. Elina y Yamai desentierran huesos a pleno sol, en algún lugar de las sierras cordobesas. Pero no están solos ; alguien-una presencia misteriosa-los acompaña, y en cierta forma, los ayuda a buscar. Claro que la búsqueda se complica (tal vez porque los hallazgos son demasiado complejos) y los dos buscadores se ven envueltos en una trama insospechada.