Escritas a lo largo de los años noventa, las crónicas reunidas en este libro continúan el recorrido que Caparrós inició con su Larga distancia. El turismo pedófilo en Sri Lanka -probablemente su relato más leído-, la mafia de la música tropical argentina, la comunidad de skinheads y neonazis en Berlín, el impresionante Museo del Holocausto en Washington, el carnaval de Río, la siempre fidelísima Habana, la guerra en la ex Yugoslavia y un recorrido por el país más aislado de la Tierra son solo algunos de los temas que, con su característico tono a la vez juguetón y erudito, ataca Caparrós, entre breves aguafuertes sobre Nueva York, donde entonces vivía.