Los habitantes de Los Yuyos, como tantos otros magos, viajan al Norte, al Único, como inmigrantes ilegales para luchar contra la devastación de los recursos naturales que llevan a cabo los uniquenses. La tala de los árboles y la explotación minera de la Madre Violeta son algunas de las causas de la sequía de arroyos y sobre todo, del río Hundido, "padre de toda el agua del mundo". En el grupo de viajeros, que se unirán a los Reunidos para organizar la resistencia, están las hermanas Landa y Perta, que intentan reunirse con sus padres en el Norte; Altris, una luchadora de Cañaverales; Or, cuya única capacidad tiene que ver con el orden; y Vuelo de Pájaro, que conoce a estas hermanas en sus sueños, aunque soñar no sea una capacidad habitual para su pueblo en La Belleza Sin Sombra. Y entonces ocurre algo impensado: Perta, la más pequeña, la más chica, la más inexperta, es la elegida para unir el movimiento con los abuentos. Con la poesía de su lenguaje, Márgara Averbach nos transporta a un universo de sombras, conspiraciones y oscuridades; a una historia de luchas de fuerzas comunitarias e individuales, que nos demuestra que es necesario escuchar todas las voces y magias ajenas, y también a la naturaleza entera para salvar el planeta.